Un violador es...

by Karmaleonika on jueves, 10 de junio de 2010

Las personas que cometen un delito sexual no son, contra lo que comúnmente se cree, seres solitarios. En un estudio se apunta que casi la mitad de los detenidos entrevistados había dormido la noche anterior al delito junto a su mujer, después de dar las buenas noches a sus hijos. Tampoco son personas muy mayores, dado que la mayoría tiene entre 21 y 35 años, ni gente que suele vagabundear, ya que, siempre basándonos en este estudio, al ser atrapados casi todos los violadores tenían un empleo fijo.

Para muchos especialistas, una persona que decide violar a otra no es alguien "obsesionado" por el sexo ni busca la violación para procurarse placer sexual. Si viola, es porque ese acto representa para él la forma más acabada de sentir sobre otro el poder de una dominación física total y de una humillación psicológica extrema. Por eso, para el violador suele ser fundamental que la persona abusada esté siempre indefensa.

Además, los especialistas coinciden en que no hay un cuadro patológico preciso del violador, dado que no suelen ser enfermos mentales y sus historias clínicas no revelan un porcentaje mayor de patología psiquiátrica que los que se encuentran en la población en general.

Los estudios realizados sobre los violadores seriales han demostrado que suelen tener como característica en común una personalidad psicopática de base. Provienen en general de familias con serias fallas de crianza y en algunos casos, ellos mismos han sido violados cuando eran pequeños.

Los recuerdos de los violadores entrevistados se remontaban a padres y/o cuidadores víctimas de violencia conyugal; padres y/o cuidadores con adicción al alcohol; una asociación de desempleo con bajos recursos económicos para la satisfacción de sus necesidades básicas; haber presenciado violencia; y haber sido sometidos a abusos físicos, emocionales y sexuales entre los 6 y los 14 años.

Se señala que estas humillaciones les dejaron como secuela principal un gran odio y la necesidad de vengarse sobre otros tan indefensos como alguna vez lo fueron ellos. El problema es que, a diferencia de otras patologías, los violadores no suelen tener cura. No sólo por falta del tratamiento adecuado sino, más que nada, porque no sienten culpa por lo cometido. De hecho, los delincuentes de este tipo tienen un pronóstico reservado y requieren un cuidadoso tratamiento y un estricto control posterior dado el alto riesgo de reincidencia.

Hay que entender que la violación sexual es meramente un acto de poder. Muchos creen que es una agresión por placer sexual y no es así; en realidad, el violador lo que busca es someter, ofender, dañar y ultrajar a la víctima para ejercer de forma agresiva y perversa su propia autoafirmación.

Lau, un psicologo, apunta que el concepto de violación es pasar por encima del permiso y la intimidad de otro para llevar a cabo una agresión sexual, por cualquier vía esto es aún más repudiable cuando se somete a un niño indefenso física y emocionalmente y le destruye psicológicamente con secuelas graves para el resto de su vida.

La violación sexual no es únicamente el acto de la penetración, por los daños psicológicos ocasionados a la víctima; se considera violación o abuso deshonesto también el manoseo de niños en sus partes intimas.

Un violador puede ser cualquier persona que por lo regular pasa desapercibido, tienen un trabajo de bajo perfil y su imperiosa necesidad enfermiza los lleva a buscar actividades en donde puedan estar la mayor parte del tiempo con niños; no hay un patrón definido del violador en sí, incluso, los violadores seriales generan una especie de doble registro o de doble vida, donde por un lado llevan una vida social aceptable y, por otro lado, dan rienda suelta a sus bajos instintos.

Además, los casos de abuso sexual y violación ocurren en todos los niveles sociales, sin distinción de etnias ni de posición económica o de religión. En clases sociales bajas son los que más se denuncian y por esto son los que más se conocen; también existe un gran número de casos entre las posiciones socioeconómicas más altas, pero los mantienen ocultos y que pueden “arreglarlos” para que no transciendan.

Las explicaciones a la delincuencia sexual con adultos y a la delincuencia sexual con niños son de naturaleza distinta. En el primero de los casos la mayoría de las veces el delito consiste en una violación, lo que supone el uso de la fuerza o la intimidación de la otra persona con la finalidad de mantener una relación sexual. En el abuso sexual con niños, sin embargo, el comportamiento del adulto agresor hacia su víctima no suele ser violento, y lo habitual es que convenza al menor para mantener la relación.

En la delincuencia sexual con adultos existe, por tanto, un mayor grado de violencia. Así, se puede esperar que este tipo de delincuentes tenga un comportamiento y un estilo de personalidad más parecido al de personas encarceladas por agresiones y robos con intimidación.

Entre las características de las personas que cometieron violación sexual, se encuentran:
-Fue abusado sexualmente en su infancia o fue testigo de agresiones físicas entre los padres.
-Presencia de situaciones sexuales explicitas durante la infancia.
-Fue sometido a ver pornografía a temprana.
-Desarrollo de fármaco dependencias y/o alcoholismo.
-Problemas de pareja y matrimonio.
-Divorcio
-Insatisfacción sexual
-Hiperactividad sexual o promiscuidad